La Uni abre sus puertas a miles de jóvenes

Redacción

Existen días en la vida que son especiales, que marcan un antes y un después, sin duda, ese día llegó para miles de aspirantes que presentaron su examen de admisión a la Universidad Autónoma de San Luis Potosí.

Para la UASLP, es un día por demás importante, pues en él se inicia una nueva generación de nuevos profesionistas que buscarán sin duda, pertenecer y aportar a una sociedad que es suya.

Son las siete de la mañana y a las puertas de las diferentes facultades y entidades académicas de la UASLP, hay miles de aspirantes, unos con nerviosismo, otros, tranquilos pero concentrados. Son pocas las risas, si acaso, alguna nerviosa y previa a unas horas que definirán su vida en los próximos años.

Cientos de padres de familia, con cara de preocupación, acompañan a sus hijas e hijos, atentos a cualquier indicación que se dé en las puertas de las facultades. Algunos repasan con sus hijos posibles preguntas, probables respuestas. Hay nerviosismo, porque sin duda, es la primera generación post pandemia que ingresa a la universidad y miles de alumnos, literalmente, saltaron de secundaria a la etapa universitaria sin pisar un aula. Eso causa preocupación en muchos.

Tras la apertura de las puertas, ingresan en orden, ayudados por cientos de estudiantes voluntarios, trabajadores académicos, docentes, administrativos que hacen uno solo para ayudar a estos jóvenes aspirantes a universitarios.

De a poco, ingresan a las aulas, salas y recintos donde les será aplicado el examen. Se platica poco, hay caras serias. La solemnidad de los aspirantes se denota, pues es ahora, en sus manos, su mente y su corazón, cuando tienen qué demostrar de qué están hechos, y para ello no existe lugar en la duda.
A pocos minutos de iniciar los exámenes, aspirantes llegan apresurados a las puertas, muchos, extraviados sobre dónde debían estar, otros atrapados por el tráfico, otros, de lejos, atrasados por la carretera.

Algunos son llevados corriendo a sus aulas, pocos, muy pocos, no lograron acceder por cuestiones de tiempo.

Inician las pruebas y en las zonas universitarias reina el silencio. Como en plena naturaleza sólo se escucha el cantar de pájaros, a lo lejos, el bullicio de una ciudad que vive sin saber que miles de jóvenes se enfrentan a un paso crucial en sus vidas.

Pasa una hora, dos, tres, y de a poco, rostros aliviados, descansados tras la prueba, comienzan a salir de las aulas. Unos y otras toman de inmediato sus teléfonos para marcarle a los suyos. A los padres, madres, amigos, parejas, a quien tengan que decirles que ya, que lo hicieron, que aplicaron el examen y ahora sólo resta esperar los resultados.

Mientras tanto, algunos caminan directo al baño, otros a las salidas, muchos más a esperar a sus amigos. De a poco, las entidades académicas se vacían y ahora queda el proceso de calificación.

Un poco más de tensión para una nueva generación de estudiantes. Muchos no lo lograrán, pero sin duda, se marcará el antes y el después, tendrán más oportunidades pues la UASLP jamás cerrará sus puertas para quien desee aprender y crecer.

Una jornada importante sin duda, para jóvenes y para la UASLP, para padres, para amigos, para familias enteras, a fin de cuentas ¿qué hay más importante que tratar de superarse siempre en todo sentido?