Pionera en la medicina mexicana 

Juan Manuel Castro Marmolejo  

En muchas ocasiones hemos escuchado sobre los logros en el avance del conocimiento científico realizados por personajes como Jonás Salk, Alexander Fleming, Mario Molina, entre otros, pero ¿y las mujeres?, ¿cuál ha sido su participación en el avance y desarrollo del conocimiento científico en cada una de las distintas disciplinas?  

En México, debemos reconocer la labor que han ocupado las mujeres dentro de la investigación y desarrollo del conocimiento científico; muchas de ellas se han decantado por un trabajo fundamental en el estudio e investigación en cada una de las áreas del conocimiento científico; pero también han sido precursoras en el ejercicio y estudio de dichas áreas. Una de ellas en el ámbito de la medicina, es Matilde Montoya (1857-1938), la primera mujer en obtener el título de médico en nuestro país a finales del siglo XIX y del cual vamos a tratar brevemente en este texto. 

Sobre ella se conoce que en 1871 obtuvo el título de partera en la ciudad de Cuernavaca (Guzmán, 2019). Tiempo después, cursó estudios de medicina en la ciudad de Puebla; sin embargo, los concluyó en la Ciudad de México en la Escuela Nacional de Medicina, donde rindió su examen profesional en presencia de destacados personajes políticos de la época, como el presidente de la República, general Porfirio Díaz, en agosto de 1887, convirtiéndose en la primera mujer en nuestro país en obtener el título de médico. (Guzmán, 2019) 

las primeras publicaciones enfocadas a un público femenino en nuestro país, dirigido por la escritora y propietaria de la revista, Concepción Gimeno de Flaquer, de origen español. En dicho diario, “se daban cita desde novelas por entregas e investigaciones científicas, hasta crónicas y páginas donde se podía apreciar lo último de la moda, en particular la parisina”. (Díaz, 2000) 

Respecto a la obtención del título de medicina por parte de Matilde Montoya, el 4 de septiembre de 1887, Concepción Gimeno de Flaquer elogió y celebró este suceso, en donde además de dedicarle la portada de la edición en donde aparece un retrato de Montoya, destinó unas palabras al suceso: “Matilde Montoya ha escalado un puesto reservado a los sabios; ha destruido preocupaciones que encadenaban a la mujer mexicana en la oscura senda de la retrodegradación; ha conquistado la gloriosa bandera del progreso para que su sexo la enarbole” (Gimeno de Flaquer, 1887, p. 74). 

Lo último nos puede dar pistas acerca del posicionamiento del diario en relación con las autoridades, pero también, sobre las concepciones de la mujer por parte del diario y lo que buscaban transmitir dentro del discurso de la época.  

Lo anterior nos lleva a pensar en las concepciones que se tenían del rol de la mujer en esa época, pero también en los retos y situaciones que muchas de ellas atravesaron; por lo que hoy en día se consideran pioneras en ámbitos como la medicina. Tal es el caso de Matilde Montoya a nivel nacional, pero también en el ámbito local de María Castro de Amerena, entre otras más. Aspectos que quedan pendientes por estudiar.  

Referencias 
Guzmán, F. (14 de marzo de 2019). Matilde Petra Montoya, primera medica del país. Gaceta UNAM. Recuperado de https://www.gaceta.unam.mx/matilde-montoya-primera-medica-del-pais/ 
Díaz, A. I. (2000). El álbum de la mujer. Periodismo femenino: El primer paso hacia la modernidad y la ciudadanía. Desacatos, (3), 107-114. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1607-050X2000000100009&lng=es&tlng=es
Gimeno de Flaquer, C. (4 de septiembre de 1887). La primera doctora mexicana. El Álbum de la Mujer.