Imprimir más billetes no es la solución

Nayomi Kikey Sánchez Lugo

En más de una ocasión, en momentos de pánico ante la economía, hemos escuchado soluciones tan vagas como: “¿y por qué no sólo imprimen más billetes?”.  

Esa idea surge porque sólo vemos la superficie del problema. Hoy, después de un consumo desmedido, una carencia de cultura del ahorro y una mala racha en la recuperación de una pandemia, tenemos un nuevo problema, la inflación. 

Imprimir más billetes es una derivación de movimientos arriesgados, al menos así lo indica la ideología de la escuela monetarista. Entonces, más dinero circulante no es la respuesta al problema, por el contrario, pondría en riesgo la estabilidad de precios y da señales de incertidumbre en la economía de un país. 

Pero ¿realmente son más factores los que nos llevan al aumento de los precios que vivimos en estos momentos? Un ejemplo fue el desabasto de la cadena de suministro que presentaron distintas industrias el año pasado, entre ellas la automotriz; dicho problema evidentemente tendría por consecuencia la inflación.  

Uno de los elementos que igual alteran a esta variable es el mismo consumo inmediato al que recurrimos antes de que suban los precios y no está mal, porque de eso trata el sistema capitalista, de una constante dinámica en la circulación del dinero, pero debemos ser conscientes del efecto: a mayor demanda, mayores precios.  

Ahora bien, las áreas que pueden verse más dañadas ante estos movimientos son las financieras, lógicamente son nuestro poder adquisitivo y nuestra tasa de ahorro, pues a mayores precios menor es nuestra capacidad de consumo, obviamente no tenemos oportunidad de destinar algo al ahorro.  En temas de macroeconomía, se corre el riesgo de la fuga de capitales en las economías emergentes como la que maneja México.  

Aun así, la situación tiene matices grises, como todo. Es importante estar al tanto de la respuesta al aumento de la inflación, es decir, el aumento a los salarios para mantener la estabilidad.  

Punto y aparte, cabe resaltar el papel de nuestro Banco Central (Banxico), el organismo que regula precisamente indicadores como la tasa de interés y la inflación. Ambas son importantes al momento de planear una política monetaria, pues la relación entre estas dos variables es directamente inversa. Por ello, se prevé que lo próximo a suceder sea un movimiento en la tasa de interés, pero debido a la globalización, México se mantiene a la expectativa de los planes del Banco Central de Estados Unidos de América, pues “un movimiento apresurado por parte de Banxico puede mandar un mensaje equivocado”, así lo ha expresado el presidente del Banco de México.  

La inflación hoy en nuestro país es moderada, como ya se mencionó, no podemos inclinarnos a diagnósticos extremistas, pues en materia de economía todo es volátil.  

Finalmente, en términos más concretos, lo ideal es estar informados. En el caso de variables como la inflación, se puede estar al día consultando el Índice de Precios al Consumidor o invitamos a todo nuestro público lector, a sumergirse más en temas económicos y financieros, pues de ello dependen nuestros planes a corto y largo plazo.