28 abril, 2024

Medio maratón de la UASLP celebró la alegría de estar vivos

Dos años de no poder salir a las calles a celebrar el Mes de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP). Dos años de guardar fuerza, de dedicarse a la familia. Dos años sin Medio Maratón Universitario… pero este domingo 25 de septiembre de 2022 todo cambió y fueron más de seis mil participantes, entre mujeres, hombres, niñas y niños, quienes tomaron las calles de la capital potosina desde antes de que el sol asomara en el horizonte. Todo, para probarse a sí mismos y disfrutar la libertad de correr.

Desde la tarde del sábado, cientos de personas prepararon el escenario de salida y llegada de los corredores, puestos de hidratación, logística y el tan ansiado podio de ganadores de la edición XXXIX del Medio Maratón Universitario, que fue amenizado con la intervención musical de la Banda del Estado del gobierno estatal.

El domingo desde las 5:00 horas ya había bullicio en la Plaza de Fundadores, frente al emblemático Edificio Central de la UASLP, escenario de la historia y esta vez, cómplice de la alegría por vivir. De a poco, de a muchos, corredores solitarios, otros con familias completas, mascotas, disfraces y la alegre playera rosa y naranja que fue parte del kit oficial de corredores.

Hasta el clima pareció participar con un amanecer fresco pero agradable que cobijó a los deportistas, trabajadores de logística, socorristas, agentes de seguridad y madrugadores curiosos que pasaban por la zona.

Con los primeros rayos del sol, a las 07:45 horas se disparó la salva de salida para la primera modalidad de 21 kilómetros, luego la de 10 kilómetros, seguida por la de 4 kilómetros. Profesionales, amateurs, grandes, chicos, mujeres, hombres, todos con la mirada y el ímpetu puestos en cumplir su recorrido y por qué no, acariciar el podio, iniciaron el recorrido que fue desde la zona centro hasta avenida Carranza, hacia Morales, Himno Nacional, Tatanacho, Benigno Arriaga y otras calles, dependiendo de la distancia.

Los punteros alertaron a paseantes, porras familiares, trabajadores universitarios y curiosos sobre el paso de los contingentes en cuyos rostros ya había sudor pero sobraban sonrisas. De a poco, de a mucho, los corredores fueron ganando espacio, terreno y metros, luchando por probarse a sí y a los demás que correr un maratón no es sencillo pero siempre será inolvidable.

El sonido y rechinido de los tenis en el asfalto recordaba la lluvia fuerte, la energía, la pasión por avanzar frente a todo, más si se sale de una pandemia que nos dejó sin muchos pero nos dio mucha fuerza, la ironía de la vida plasmada en la carrera de cada participante.

En el camino, aplausos, vítores, ánimos, energía, agua de manos de voluntarios, y un calor que apenas se dejaba sentir pero que ya calaba en muchos y esa tonalidad naranja, color que la UASLP designó como oficial de esta edición.

En el área de meta, comenzaron a llegar los triunfadores y tras ellos, miles más que también ganaron contra sí mismos. Su esfuerzo fue celebrado con aplausos, con alegría y con la reunión en la Plaza Fundadores, donde se vivió la fiesta tras la carrera. Uno a uno, los participantes cruzaron, algunos con el cansancio evidente, otros con lastimaduras, pero todos lo lograron.

Tras concluir la justa, el rector de la UASLP, Dr. Alejandro Javier Zermeño Guerra, entregó su reconocimiento a las y los triunfadores, pero también enalteció a cada una de las almas que participaron en la XXXIX edición del Medio Maratón Atlético Universitario.

Aunque todos ganaron, el podio fue para el atleta Edson Esaú Soldevilla Díaz, quien se adjudicó el primer lugar de la categoría 21K, en segundo lugar quedó Abraham Noguez y el tercero para Arturo Israel Reyna. En la Categoría Libre Femenil 21K, Cristina Muñiz Vargas fue primer lugar, con Aideé Laura Hernández en segundo y María del Rocío García, en tercero. En la Categoría Universitaria 21K Varonil, Arturo Israel Reyna, se llevó el primer lugar; el segundo lugar para David Eduardo Vázquez y el tercer lugar para José Margarito Ignacio.

Tras la justa, la alegría no disminuyó pues siguió la toma de selfies y fotografías conmemorativas en los emblemas universitarios. Aunque de a poco, los participantes se fueron marchando. En el lugar, el Edificio Central fue testigo mudo de la carrera. Aunque si pudiese hablar habría compartido también la alegría de estar vivos, tras dos años de ver las calles vacías por la pandemia.