Más allá del estigma: ¿Por qué consultar un psiquiatra?

Por Rosalinda Becerra

La salud mental es fundamental en nuestras vidas, y como estudiante universitaria, he aprendido la importancia de buscar ayuda adecuada cuando enfrentamos dificultades en este ámbito. En mi experiencia, el apoyo de un psiquiatra ha sido esencial para gestionar mi bienestar y prosperar tanto en mis estudios como en mi vida personal.

¿Existen diferencias entre psiquiatras y psicólogos?

 Sí, y es crucial entenderlas. Los psicólogos se centran en la terapia y el apoyo emocional, mientras que los psiquiatras son médicos especializados en diagnóstico y tratamiento, incluyendo la prescripción de medicamentos cuando es necesario. Ambos desempeñan roles complementarios y pueden ser fundamentales en el manejo integral de la salud mental.

Es fundamental desterrar los estigmas asociados con la salud mental y la psiquiatría. A menudo existe la falsa creencia de que solo las personas ¨locas¨ o desequilibradas deben acudir a un psiquiatra, lo cual es completamente erróneo y perjudicial. Estos especialistas son profesionales empáticos y capacitados que están ahí para ayudar, utilizando enfoques basados en evidencia y respetando siempre la autonomía y dignidad de cada paciente.

Desde una edad temprana, enfrenté desafíos significativos con el insomnio crónico y la hipersensibilidad sensorial, lo que afectaba profundamente mi vida diaria y mi bienestar emocional. Además, siempre tuve problemas de inatención, hiperactividad e impulsividad, pero no fui diagnosticada hasta la adultez. Estos problemas no solo afectaban mi rendimiento académico, sino también mis relaciones y calidad de vida.

Cuando finalmente decidí buscar ayuda profesional, mi psicóloga me remitió a una excelente especialista en psiquiatría. La psiquiatra que me atendió no solo fue comprensiva y empática, sino también extremadamente competente en su campo. Después de evaluar mi situación de manera integral, me diagnosticó correctamente con trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y diseñó un plan de tratamiento personalizado que incluía terapia breve sistémica y, en mi caso, medicación para abordar los síntomas del TDAH. Gracias a su intervención, experimenté una mejora significativa en mi calidad de vida y una mayor capacidad para manejar mis desafíos diarios.

Es fundamental desafiar las percepciones erróneas sobre la psiquiatría y valorar su papel crucial en el cuidado de la salud mental. Al desterrar los estigmas y fomentar una cultura de apertura y aceptación, alentamos a más personas a buscar ayuda sin miedo ni vergüenza. Si enfrentas dificultades en tu salud mental y consideras que necesitas apoyo, te animo sinceramente a consultar con un psiquiatra. Este paso es valiente y positivo para el autocuidado y la mejora de tu calidad de vida. No temas, no usarán una camisa de fuerza.

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