Por Zayra Alejandra Mosqueda Carlos
Probablemente has escuchado hablar a alguien cercano o has visto alguna serie en la que mencionen a Pablo Escobar, el cual se conoce principalmente por sus actos delictivos, pero no vamos a hablar sobre ello, si no sobre lo que hasta el día de hoy dejó y se convirtió en un problema ambiental. Este hombre tenía un zoológico privado en su famosa hacienda de Nápoles, en el cual entre sus variados animales había cuatro hipopótamos, tres hembras y un macho, pero hasta este año 2024 se cuentan con 169 ejemplares de este animal, ya que se ha demostrado que Colombia es un ecosistema ideal para su reproducción, por lo cual el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible del país estima que en 2035 la cifra ascienda a más de 1,000 hipopótamos si no se controla la población.
¿Pero cuál es el verdadero problema de todo esto? Aunque seamos muy fanáticas o fanáticos de los animales, esta especie no pertenece a Colombia. Actualmente existen dos especies de la familia Hippopotamidae: el pequeño y raro hipopótamo pigmeo (Choeropsis liberiensis) que habita en África Occidental y el hipopótamo común (Hippopotamus amphibius) abundante y de mayor tamaño, que es el que se encuentra en estado silvestre en el África subsahariana y llegó a Colombia haciendo de ésta, una especie invasora.
Por si no sabías o no recuerdas qué es una especie invasora, es aquella que no es nativa de un país o una región (en este caso Colombia) la cual se introdujó de manera intencional o accidental, generalmente como resultado de actividades humanas.
Las especies exóticas que se establecen en un nuevo sitio, se reproducen y se dispersan sin control, causando daños al ecosistema, a las especies nativas, a la salud o a la economía. Estas especies tienen la capacidad de adaptarse a su nuevo hábitat, lo que les permite competir exitosamente con las especies nativas por alimento y zonas de reposo. Pueden afectarlas también por depredación directa, modificación de hábitat o por la introducción de nuevas enfermedades o parásitos que pueden llegar afectar hasta los seres humanos. Debido a que las especies nativas no evolucionaron junto con estas especies introducidas, generalmente no tienen forma de defenderse, por lo que los daños pueden ser fatales, incluso causar su extinción.
En los últimos 40 años, la masiva presencia de los hipopótamos ha impactado gravemente en la biodiversidad del país, viéndose afectada la supervivencia de manatíes, nutrias, capibaras y peces endémicos que habitan en el Magdalena (región de Colombia donde se introdujo esta especie), ya que está en peligro porque los hipopótamos modifican su ecosistema.
Además, la expulsión de sus heces en el agua pone en marcha un proceso de acumulación de residuos, conocido como eutrofización, que provoca la aparición de ciertas algas fitoplanctónicas, estas liberan toxinas que a menudo conducen a la muerte de peces y animales domésticos. Además, la contaminación de algas en el agua genera enfermedades en los humanos, habiendo así consecuencias negativas que incluyen a los pescadores y campesinos que dependen de estas aguas.
Espero que hayas aprendido algo nuevo hoy c: