- Por María José Mejía Gutiérrez
En honor al Día del Mulligan hablemos de este término que me parece adecuado para valorar y decirle sí a las segundas oportunidades, pero primero un poco de la historia de dónde viene para poder entrar en el preciso contexto por el cual se me ocurrió este artículo, quisiera aclarar que este texto es plenamente de entretenimiento y con un toque de aprendizaje ¿cómo decirlo? no formal.
El término ‘Mulligan’ es utilizado en juegos como el golf y viene de la década de 1920, cuando David Mulligan cometió un error durante una partida y rehízo su tiro, es así que ahora la palabra “Mulligan” puede ser empleada como nuestra nueva palabra mágica para esos momentos donde dudemos o se nos compliquen las cosas, ya que lo podemos enfocar como la posibilidad de volver a intentar algo, no importa si es dos o tres veces más de lo que pensamos que nos costaría en un inicio, es más no importa si son mil veces, sino que este día podemos contar con infinitas chances de hacer todo aquello que nos falló o nos dio miedo probar.
Se dice que hay muchas formas de festejar este día, algunos lo celebran jugando partidas de golf o minigolf, aun cuando es la primera vez que lo hacen, ya que los intentos no importan. ¿De qué otra forma podemos celebrar este día tan primordial? Y si digo primordial es porque me atrevo a considerar importante para nuestra autoestima, así que podemos tener en cuenta leer ese libro que la primera vez nos costó mucho trabajo entender, usar la comida que sobró para, en conjunto con ingredientes nuevos, crear una segunda oportunidad de sabores únicos, practicar esos pasos de K-pop donde sentías que no tenias los pies en el lugar correcto, hablar y pedir perdón con aquellos con los que tuvimos diferencias y, de la misma manera, darnos permiso de conseguir nuevas habilidades sin temer no lograrlo, pues al fin y al cabo las segundas oportunidades son buenas.
Lo vital a partir de hoy es hacer todo aquello que no logramos una primera vez y es que esto nos ayuda interiormente, porque una vez que lo hacemos nos damos cuenta de que los únicos que nos ponemos los límites somos nosotros, al romper esos límites podemos con todo siempre, pues aprendemos a creer en nosotros mismos; es necesario recalcar que no olvidemos que es correcto descansar cuando lo necesitemos, pero dejar de intentarlo no es una opción. El intento debe ser ilimitado para poder convertirse en un superpoder, al cual llamaremos perseverancia, esa que ya que se consigue no tiene llenadera y nada será imposible o demasiado difícil.
Si me permiten un consejo no sólo usemos la palabra hoy, usémosla todos los días creando así infinitas ocasiones para creer en nuestras capacidades una y otra vez, y ya para irme finalmente concédeme hacerte dos preguntas esenciales querido lector:
¿Cuál es tu Mulligan el día de hoy? ¿Cuál será tu Mulligan el día de mañana?