Que el consumo no te consuma
Nayomi Kikey Sánchez Lugo
En más de alguna ocasión hemos oído hablar de conceptos como consumo responsable o consumismo ético. Pues bien, no son conceptos que salgan a la luz por simple moda, de hecho, es algo que trasciende y evidentemente va de la mano con la economía.
Empecemos por abordar la problemática a la que hacen énfasis esos términos. Es bien sabido que el consumismo desenfrenado que ha desarrollado la humanidad fue una bola de nieve que a nadie le interesó frenar y ahora es una avalancha que si bien, por pequeños momentos nos da miedo, también la dejamos pasar y olvidamos todo lo que desencadena un consumo irresponsable o sin fundamentos realmente válidos.
No, no mal entiendan a la economía en esto, ella no puede prohibir que el intercambio de bienes y servicios siga su rumbo, finalmente eso es lo que creó la necesidad de que naciera esta ciencia social. Sin embargo, es importante, más que nunca, crear una consciencia para que todos nosotros entendamos y razonemos la necesidad de aplicar el consumo responsable en nuestras vidas.
El hacer compras sin sentido hace que industrias de moda rápida u otras, sigan el mismo patrón de negociación y producción poco éticas e injustas. Esto no solamente afecta de forma permanente a nuestro planeta, sino que también está cambiando el modo de vida conocido hasta ahora, ¿cómo es eso posible?
No es un secreto que la pandemia perjudicó a las personas de diferentes maneras, una de ellas fue la ansiedad causada por un encierro forzado; dicho sentimiento fue canalizado por muchos haciendo compras en línea de forma poco consciente, muchas de esas compras sino es que su mayoría, no eran para cubrir necesidades básicas. Y es que las empresas han hecho un excelente trabajo en marketing y publicidad, de tal manera que las personas sientan como algo imperativo el hacer compras para garantizar cosas tan banales como, por ejemplo, una imagen ante la sociedad, un status o poder. Como un juego en el que la persona que compre más gana, llegando al punto más bajo de no valorar nada.
Lo que se propone desde una perspectiva económica es regular esa conducta en el consumidor, y es que, a falta de un mercado de alta demanda, los oferentes buscarán cambiar las reglas del juego y, en todo caso, se espera que las nuevas reglas hagan de esto un juego más justo y benéfico para todos.
No olvidemos que la economía se compone de diversas actividades, todas ellas son importantes, desde la parte de extraer los recursos naturales, hasta la parte de comerciar el producto final.
Y para esto, no solamente se requiere el apoyo de personas doctas en economía, cualquier profesionista debe estar al tanto de las necesidades de su entorno para saber cómo cubrir una necesidad en la sociedad.
El consumo sin regulación es algo que está atacando al medio ambiente y a los seres humanos explotados en el proceso.
La economía es más que sólo cifras en las noticias, por ello es bueno que sepamos cómo funciona.