Por Dennisse Martinez Rojas
No es secreto que, pasando las fechas de enero, se espera con ansias la llegada del mes de febrero que trae uno de los días más populares del año: el 14. Para bien o para mal se habla de él, los enamorados buscan obsequios para demostrarse su afecto, quizá una cita romántica para ese día sería algo perfecto. Los solteros más rápidos que nada, evidencian en redes sociales lo solos que se sienten ese día y no falta la tía que comente: “échele ganas, mijit@“.
Todos entran en crisis al no saber qué regalar, pero no hay nada que las viejas confiables acompañadas con mucho marketing se hagan presentes “unos chocolates o quizá unas flores, no, mejor un peluche”.
Y ni hablar de esas personas que precisamente eligen el 14 para declarar sus sentimientos a la persona que les gusta, con un cartel gigante y como toda acción hay una reacción: te aceptan o eres un soldado caído (P.D.: no lo hagas en público, #NoALaPresiónSocial).
Lo sé, puede que tú, querida o querido lector te identifiques con estos ejemplos o simplemente pienses que este día fue uno más agregado a tu semana donde no hiciste gran cosa o a lo mucho recibiste muestras de afecto de tus amistades más personales. Mejor aún si eres como yo e hiciste maratón de películas de romance (Orgullo y Prejuicio no puede faltar).
¿Este día siempre fue tan especial?
El origen de este día no está 100 por ciento confirmado, una de las más aceptadas es aquella historia que habla sobre un mártir llamado Valentín, quien vivía en los tiempos del siglo III, él era un sacerdote que desafió al emperador romano Claudio II, quien había decidido prohibir la celebración del matrimonio a sus soldados, pensaba que un hombre casado era un mal soldado y también por estar en contra del cristianismo. Valentín desobedeció la norma y siguió casando a los enamorados, fue descubierto y apresado, los días que estuvo esperando su ejecución vio que la hija del juez de la ejecución era ciega y oró a Dios pidiendo que la joven tuviera la dicha de ver, durante su traslado el día de la ejecución le dio a la mujer un papel para que lo leyera, ella sin entender ya que era ciega intentó abrirlo y fue entonces que logró ver una frase que decía “Tu Valentín”. Él no quiso renunciar a su fe y terminó decapitado y enterrado el 14 de febrero.
La primera referencia literaria de la existencia del Día de San Valentín se trata del poema Parlamento de los pájaros, se considera la primera carta de amor de San Valentín, escrita en prisión por el duque Carlos de Orleans a su amada Benne de Armagnac, desde 1416 hasta mediados del siglo XIX, comenzó a extenderse como regalo las tarjetas de felicitación entre enamorados en los países de occidente.
Aún existen diversas teorías acerca de por qué fue elegido este día como Día de los Enamorados, en los países nórdicos son estas fechas cuando se emparejan los pájaros y se ve este periodo como un símbolo de amor y procreación.
Fin del contexto histórico.
Ya sé que estarás pensando porque tanta historia, mucho texto de Wikipedia. Solo quería dar datos interesantes, mentira, evidencío como un día que podría haber pasado desapercibido decidió hacerse el día perfecto para demostrar el amor… ¡ah! Y la amistad para aquellas almas que no encuentran o no quieren encontrar a su media naranja.
Personalmente pienso que al fin y al cabo es una ilusión bonita para salir de una monotonía del día a día. Algo que sí pienso aclarar es que este no es el único día para demostrar a los que quieres (sea cual sea el tipo de afecto) todo tu amor. Demuéstralo con acciones, con palabras, con apoyo y sin duda alguna todo tu año será especial.
Fechas especiales puede haber muchas, más ahora que nos encanta encontrar nuevas oportunidades para innovar y agregar días para regalar cosas (lindas flores amarillas o lindos Hot Wheels). Lo sé, cada año tu cartera se queda más vacía, pero no dudes por ningún momento que el verdadero valor es lo que ofreces como persona a la gente que está a tu alrededor.
No iba a tirarle odio al 14 de febrero, sólo quería robarte un momento de tu tiempo para que leyeras esto. De nada.
Pero ya fuera de broma no caigas en el marketing, eres fuerte y el siguiente año conseguirás algo mejor que unas flores por un riñón.
Me despido queridos lectores, que tengan un maravilloso año.