Por José Erreguin
México, un país diverso y rico en cultura, sigue enfrentando retos en su búsqueda de igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad. Esta lucha se manifiesta de manera evidente en el Poder Judicial donde, al cierre de 2022, los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) revelan una disparidad de género preocupante; sin embargo, en medio de esta desigualdad brilla una luz de esperanza: San Luis Potosí.
Los números no mienten, de las 733 personas que conformaron los plenos de los poderes judiciales estatales a lo largo del último año, solo el 39.2 por ciento eran mujeres, mientras que el 60.8 por ciento eran hombres. Esto no solo refleja una injusta brecha de género, sino que también plantea serias interrogantes sobre el acceso de las mujeres a las posiciones de liderazgo en el Poder Judicial de México.
No obstante, San Luis Potosí emerge como un ejemplo envidiable en este ámbito. En 2022, este estado logró un impresionante 60 por ciento de mujeres magistradas en su poder judicial. ¿Qué los hace diferentes? ¿qué pueden aprender otras entidades de San Luis Potosí?
La respuesta es una combinación de factores que incluye el compromiso del estado para promover la igualdad de género, un enfoque en la diversidad y la inclusión, así como la implementación de políticas efectivas para empoderar a las mujeres en el poder judicial.
Esta desigualdad de género no es únicamente una cuestión de justicia, sino también de eficiencia y equidad en la administración de justicia. Cuando las perspectivas de género están representadas en el poder judicial, pueden tomarse decisiones más equitativas y pueden abordarse mejor los desafíos específicos que enfrentan las mujeres en el sistema legal.
Es fundamental que otras entidades tomen nota de los esfuerzos de San Luis Potosí y se inspiren en su éxito. La igualdad de género en el Poder Judicial no beneficia únicamente a las mujeres, sino que fortalece la justicia y la democracia en su conjunto. La diversidad de pensamiento y experiencia que aportan las mujeres a estas posiciones de liderazgo enriquece la toma de decisiones y promueve un sistema de justicia más equitativo.
En un mundo donde la igualdad de género es un objetivo fundamental, San Luis Potosí brilla como un faro de esperanza y cambio. Su enfoque en la igualdad de género en el poder judicial nos muestra que, a través de políticas sólidas y un compromiso genuino con la equidad, es posible avanzar hacia un futuro donde todas las voces sean escuchadas y donde la justicia prevalezca para todos los ciudadanos, sin importar su género.
A pesar de estos avances notables, es importante reconocer que aún queda un largo camino por recorrer en la búsqueda de la igualdad de género en el poder judicial mexicano. La disparidad en este ámbito persiste en muchas otras entidades, y se requiere un esfuerzo continuo para garantizar que las mujeres tengan un papel significativo en la administración de justicia en todo el país; empero, el ejemplo de San Luis Potosí demuestra que el cambio es posible y que estos esfuerzos son un paso en la dirección correcta hacia un sistema judicial más justo y equitativo.