José Alberto Martínez Rubio
Facultad de Estudios Profesionales Zona Huasteca
Estamos ante el inicio del ciclo escolar 2022-2023 en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, un ciclo que se siente diferente, venimos de una terrible pandemia que nos obligó a todos, familias, individuos, gobiernos, a la comunidad universitaria y a toda la sociedad civil en general, a hacer los mayores esfuerzos con optimismo, esperanza y coraje para continuar desarrollando el sistema de educación superior a fin de que este —como lo ha sido en los últimos 99 años de vida autónoma—, siguiera teniendo el impacto suficiente para el desarrollo y bienestar del talento humano y del bien común integral de las regiones que componen San Luis Potosí.
En este nuevo periodo, todas las entidades académicas recibirán a alumnos que, como yo, son de reingreso, pero también recibirán a la nueva generación que, recién admitida, estará en la UASLP. Entiendo desde luego los temores que puedan llegar a ocupar sus pensamientos, las dudas, la incertidumbre, el sentimiento de no poder dar “el ancho”, de no rendir lo suficiente académicamente, el estar lejos de casa porque ahora son alumnos foráneos, pero sé que también hay un fuerte sentimiento de pertenencia y esperanza; anhelo en que la educación superior nivele nuestras oportunidades de un mejor futuro.
Entiendo eso porque, al igual que muchos, fui un recién llegado a otra ciudad hace cuatro años, buscando estudiar en un campus de nuestra máxima casa de estudios. Ese espacio casi mítico donde se genera, preserva y difunde el conocimiento y en donde se encontraba una efervescente crítica y de la pluralidad de ideas que viven en cada individuo. La Universidad significa todo eso.
El doctor Héctor López Gama, recién electo director de la Unidad Académica Multidisciplinaria Zona Media, ilustraba perfectamente esto último, a través de lo que debe significar la Universidad para la colectividad: “Una institución en la que muchos más puedan investigar, enseñar y sobre todo aprender”. Tenemos —toda la comunidad universitaria— una enorme responsabilidad de que en esta etapa universitaria ayudemos a construir y mejorar el entorno en el que vivimos, que seamos capaces de incidir, de transformar nuestra realidad.
¡Exito a todos, todas y todes en este nuevo ciclo!