Por Alejandra Carlos Pacheco
Diego Gómez Pickering es escritor, periodista y diplomático mexicano. Fue embajador en Reino Unidos y cónsul en Nueva York. En entrevista exclusiva con Sinergia, relató los avances que se han tenido en materia de derechos para las minorías sexuales y el trabajo de las universidades en este rubro.
Nuestro país ha tenido grandes avances en materia de derechos por la diversidad sexual, igualitarios y contra la discriminación a lo largo de los años, y en su opinión aún falta un camino por recorrer en materia civil: “Si volvemos la mirada atrás en el México de hace 20 años, es evidente que a inicios de siglo no veíamos en series de televisión, películas o letras de las canciones, una representatividad de la diversidad sexual que siempre ha sido parte de la mexicanidad. No veíamos en materia legal que el matrimonio igualitario fuese reconocido por entidades de la república, ni que en los documentos oficiales se viesen reflejados, pero los avances que se han dado en México no se han correspondido necesariamente en un cambio de mentalidad crucial”
“Si bien se han dado pasos a nivel legal, aún tienen que consolidarse, ya que aún hay reformas que deben modificarse en materia de códigos civiles, en materia de discursos que escuchamos en junio, que es el Mes del Pride o del Orgullo LGBTQ+; hay avances legales qué hacer y tendría que pensarse que este reconocimiento de las minorías sexuales fuera insertado en el texto de la Constitución —por mencionar un ejemplo—, pero más allá de estos pasos, creo que es fundamental que veamos cómo aterrizaremos esos avances quizás acelerados y en el sentido que se han dado en un periodo muy corto de tiempo y cómo creamos una mayor conciencia social”.
Manifestó que lo mismo sucede con el respeto y reconocimiento de las minorías sexuales, ya que el gran ejercicio de reflexión es cómo tenemos que acompañar en materia legal, de una evolución de conciencia colectiva y entender lo diferente, en este caso la diversidad sexual, no como una amenaza, sino como un componente indispensable del tejido social mexicano.
Con respecto al papel que ejercen las Universidades en el país señaló que juegan un rol fundamental y que con la contribución de su comunidad universitaria, pueden hacerse cambios a favor de las minorías, “todos los centros de estudio y de investigación en el sistema de educación en México, son casas de los que hemos tenido la fortuna de transitar por ahí, nos formamos para convertirnos en entes sociales y creo que las instituciones han tomado papeles de liderazgo, pero aún pueden trascender lo suficiente para acompañar este cambio social”.
“Desde mi punto de vista lo que podría hacerse sería sensibilizar también hacia fuera, ya se realizan acciones en la UASLP hacia el alumnado que debería aprovechar las pláticas, charlas y talleres que se ofrecen, pero también hacia el profesorado y la estructura administrativa, ya que la universidad no son los espacios, sino quienes lo conforman, quienes investigan, piensan y enseñan. Debe existir un acompañamiento y no sólo de quien se ve beneficiado, sino de quienes conforman a la comunidad universitaria, hacer propia esa diferencia y reconocerla es nuestra fortaleza”, finalizó.