22 noviembre, 2024

Sustancias emitidas por ladrilleras, vinculadas a leucemia infantil advierte especialista de la UASLP

En entrevista con la Dra. Jaqueline Calderón, especialista en Investigación Biomédica Básica Opción Toxicología Ambiental de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), destacó la relación preocupante entre las sustancias liberadas por ladrilleras en la zona norte de la ciudad y la creciente incidencia de leucemia linfoblástica aguda (LLA), una forma de cáncer que afecta la sangre y la médula ósea, principalmente en niños.

La especialista forma parte de un esfuerzo conjunto de varias instituciones líderes en sus respectivas áreas, como el IMSS (registros de cáncer base poblacional), CINVESTAV unidad Tamaulipas (anlálisis de big data e inteligencia artificial) y la UASLP, con el Laboratorio de Inteligencia e Innovación en Salud, Sociedad y Ambiente de la Facultad de Medicina, y la colaboración con el Dr. Philip Landrigan del Programa de Salud Pública Global del Boston College, Massachusetts, Estados Unidos, y que trabajan en el objetivo común de asentar el Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales.

El estudio realizado tenía como objetivo identificar las fuentes detrás del aumento de casos de LLA en menores de 19 años en la zona metropolitana de San Luis Potosí, Tijuana, Mérida, y parte del Estado de México. Inicialmente, se buscó determinar la ubicación de los casos y su concentración espacial. Los resultados revelaron la presencia de sustancias cancerígenas emitidas por diversas fuentes, incluyendo el benceno, hidrocarburos aromáticos policíclicos y el material particulado 2.5 (PM2.5), que se originan durante la combustión incompleta de materia orgánica, señaló.

Consideró que el problema es que en áreas urbanas, rara vez la exposición se limita a una única sustancia. En su lugar, múltiples fuentes emiten sustancias cancerígenas. Entre las principales fuentes identificadas se encuentran las ladrilleras, que debido a su proceso de fabricación emiten una mezcla de sustancias tóxicas, incluyendo residuos industriales, llantas y aceites.

Las gasolineras también se destacaron como indicadores importantes de emisiones de benceno, ya que su alta densidad está relacionada con una mayor cantidad de vehículos y una mayor demanda de combustible. Los vehículos de gasolina y diésel son móviles generadores de contaminantes cancerígenos, dijo.

La Dra. Calderón subrayó que la exposición y la falta de atención médica hacen que los niños sean especialmente vulnerables. La probabilidad de supervivencia para niños diagnosticados en áreas altamente contaminadas es significativamente menor, y aquellos que nunca han recibido atención médica tienen un mayor riesgo de fallecer.

En San Luis Potosí, la tasa de supervivencia para niños con LLA en la zona norte de la ciudad fue la más baja en comparación con las otras áreas estudiadas. La Dra. Calderón informó que se documentaron 443 casos en los cuatro lugares analizados.

La LLA es una enfermedad poco frecuente, lo que facilitó el estudio en un periodo de cinco años. En la zona metropolitana de San Luis Potosí, se identificaron 20 casos de LLA en este período, aunque la Dra. Calderón señaló que estos datos provienen de hospitales y que podría haber casos no registrados en la base de datos.

La Dra. Calderón destacó la importancia de la normativa para controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, en particular el benceno. Estos hallazgos están impulsando la creación del Observatorio Nacional de Cancerígenos Ambientales, que reúne información de diversas fuentes, incluyendo la inteligencia artificial y el sector salud, con el fin de monitorear la salud y el medio ambiente.

Consideró que la responsabilidad recae en la investigación, el gobierno, el sector salud y la industria. Este es un tema que debe abordarse con seriedad y colaboración de todas las partes involucradas, puntualizó.

Para finalizar, señaló que esta investigación destaca la necesidad urgente de abordar la contaminación del aire en zonas urbanas y controlar las emisiones de sustancias cancerígenas, especialmente en lugares donde se concentran ladrilleras y gasolineras. La salud de los niños está en juego, y es responsabilidad de todos tomar medidas para protegerla.

Hugo Laussin / MR