El Proyecto “Generación y evaluación preclínica de candidatos vacunales contra SARS- CoV-2 y partículas pseudovirales quiméricas”, del investigador Sergio Rosales Mendoza del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina y de la Facultad de Ciencias Químicas, debido a su importancia fue seleccionado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para recibir apoyo.
El proyecto participó en la convocatoria 2020-21, “Apoyo para Proyectos de Investigación Científica, Desarrollo Tecnológico e Innovación en Salud ante la contingencia por COVID-19” en el apartado: “Estrategias terapéuticas y vacunas encaminada a combatir el COVID 19”, logrando la UASLP apoyo para el tema de vacunas.
El científico detalló que se sometió a una propuesta de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí con él como responsable, pero incluyendo a colegas de la institución, a los doctores Mauricio Comás García, Omar González Ortega, Mariano García Soto, Claudia Castillo Martin del Campo y Héctor Aarón Lee.
Explicó que básicamente la propuesta se enfoca a diseñar y producir proteínas que podrían dar lugar a vacunas efectivas contra este nuevo coronavirus, “el sistema que se propuso para producirlas está basado en células vegetales, debido que es un sistema más económico, con aspectos de seguridad atractivos y bajo la idea de producir las proteínas y evaluarlas a nivel preclínico, es decir, en animales de laboratorio para calcular su seguridad y respuesta inmunológica relevante para combatir al virus”.
Rosales Mendoza destacó como relevante que entre los tres proyectos apoyados a nivel nacional por el Conacyt, el de la UASLP resultará beneficiado. 
Esto impulsará el proyecto inicial que trabajaba con recursos de algunas colaboraciones, apoyo de la UASLP y recursos propios, “esto acelerará el avance. Estamos reajustando el cronograma de actividad con base a que tendremos un apoyo sustantivo para cubrir los gastos del proyecto y personal del laboratorio, servicios externos especializados, financiados por Conacyt”.
Confió que para inicio del año entrante se pueda tener un resultado claro de qué vitamina es la más promisoria, y un aspecto que contempla el proyecto es acercarse a alguna farmacéutica para visualizar la transferencia del modelo de vacuna hacia un socio industrial.
“La capacidad de la UASLP es descubrir, registrar patentes, pero la evaluación clínica exigirá que se produzca en una farmacéutica especializada bajo los procesos de producción adecuados para proponer este tipo de evaluación clínica que sería en humanos”.
Recordó que trabajan en otros proyectos en colaboración con el Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la UNAM, donde se tiene otro candidato en desarrollo, sin embargo, el proyecto del que estamos platicando se gestionó y en su primera etapa se realiza en San Luis Potosí”.
El investigador universitario dijo sentir una satisfacción al recibir el apoyo porque desde que apareció el virus se interesó en contribuir e iniciar proyectos serios para abordar la problemática, y ahora después de meses de trabajo se cristalizó con un apoyo formal. Otro de los logros inmediatos del proyecto es una publicación científica.
Añadió que, si bien la vacuna es lo que se espera para abatir el problema, es importante crear conciencia en la población que las medidas de mitigación de la transmisión están a nuestro alcance y son el elemento a aplicar de manera inmediata.
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