Dedicarse a la ciencia implica empeño con importantes recompensas, es un gran reto: Dra. Adriana Mata Puente, investigadora de la FCI

Con 22 años de antigüedad en la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), la Dra. Adriana Mata Puente catedrática investigadora de la Facultad de Ciencias de la Información (FCI), consideró que las mujeres aún enfrentan retos en la parte científica, la académica y en lo personal. Sin embargo, reconoció que, en el tema, la institución ha ido evolucionando y respondiendo a las exigencias actuales de la sociedad.

La responsable de Servicio Social y Prácticas Profesionales de la FCI dio a conocer que realizó en fecha reciente una investigación que está por publicarse y versa sobre el papel de las investigadoras, pensando en la esencia de la mujer siempre preocupada en el ámbito familiar, en la actividad académica y científica, y esa competencia frente a los hombres, aunque reconoció que ahora se da menos ese “techo de cristal”.

En algunos espacios las mujeres han logrado puestos importantes, sin embargo, la reflexión en este artículo es el reto al que se enfrentan al luchar en el ámbito académico, y, por otro lado, tener en claro a lo que aspiran y esa parte del impulso en cada una para salir adelante. “En el caso de las mujeres investigadoras, dedicarse a la ciencia implica empeño con importantes recompensas, satisfacciones, es un gran reto y no implica que no se pueda cumplir”, agregó.

En otro tenor, la doctora Adriana Mata Puente dijo estar interesada en trabajar sobre la lectura, el proceso interior en las personas, cómo reflexionar sobre la vida y encontrar respuestas. “Podemos pensar en la lectura como una ventana que nos abre un mundo de posibilidades en relación a nuestras experiencias pasadas y hacia dónde queremos ir, ahí radica el interés de mi análisis”, detalló.

Finalmente, la investigadora de la Facultad de Ciencias de la Información, indicó que han ido cambiando las formas de leer y escribir. Como ejemplo, dijo que hay más lectura y escritura en redes sociales, entre los jóvenes, porque se comunican a través de este medio, no tanto que hayan disminuido los lectores, ha habido modificaciones y la tecnología ha contribuido para acceder a ese mundo. “Hay personas a las que no les gusta leer, pero si un libro se convierte en película disfruta ver los textos transmitidos en la pantalla”, señaló.

Noelia Martínez