23 noviembre, 2024

Climatología aplicada, vital para la seguridad alimentaria y salud humana

El Dr. Carlos Contreras Servín, integrante del área de climatología del Laboratorio Nacional de Geoprocesamiento de Información Fitosanitaria (LaNGIF) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), resaltó la importancia de la climatología aplicada en dos ámbitos cruciales: seguridad alimentaria y salud humana.

El Dr. Contreras Servín enfatizó que la climatología aplicada está desempeñando un papel clave en la prevención de plagas que afectan al campo mexicano, contribuyendo así a garantizar la seguridad alimentaria.

Además, destacó la relevancia de abordar la salud humana, particularmente en la identificación y control de vectores responsables de enfermedades como el dengue, el zika y la chikungunya.

La aplicación de conocimientos climatológicos se extiende al análisis de cómo el cambio climático está vinculado a la aparición de pandemias y al aumento de plagas, fenómenos asociados a la variabilidad climática, como sequías extremas y lluvias fuera de temporada. El Dr. Contreras Servín subraya la importancia de priorizar estos aspectos para comprender y abordar de manera efectiva los desafíos que enfrentamos.

El investigador reconoció las limitaciones individuales de los científicos para abordar completamente el cambio climático y destaca la necesidad de la cooperación científica.

Resalta el hecho de que la teoría del cambio climático, que se originó en 1880, solo se consolidó cien años después gracias a la colaboración de numerosos científicos, entre ellos el premio Nobel, Mario Molina, pionero en llamar la atención sobre los riesgos para la capa de ozono, inicialmente fue objeto de críticas, pero sus ideas finalmente fueron reconocidas y respaldadas.

En cuanto al papel de la educación, el Dr. Contreras Servín destaca la importancia de inculcar a los estudiantes un compromiso social y científico.

Se busca que los futuros investigadores se apropien de estas ideas y líneas de investigación, contribuyendo a la formación de más especialistas que impulsen el avance del conocimiento y generen propuestas para abordar los desafíos del cambio climático.

Hugo Laussin / MR