Alerta Facultad de Enfermería y Nutrición sobre riesgos en el hogar para niños durante vacaciones decembrinas

El MCE. Luis Antonio Martínez Gurrión, director de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), advirtió que, durante la temporada invernal aumentan los accidentes dentro del hogar, especialmente entre niñas y niños menores de 10 años. Señaló que las quemaduras son los incidentes más comunes, no sólo por el uso de pirotecnia, sino también por prácticas habituales en muchas casas, como el uso de quemadores para ahorrar gas, fogatas improvisadas o braseros para calentar espacios. 

Explicó que, aunque estas actividades son frecuentes en familias que mantienen tradiciones decembrinas, pocas veces se toma la precaución de mantener a los menores alejados del fuego. Cuando ocurre un accidente, dijo, es fundamental acudir a una valoración médica y evitar los remedios caseros, pues estos no sustituyen la atención profesional y pueden complicar el daño. 

Martínez Gurrión comentó que aún es común que las personas recurran a soluciones “de la abuela”, como aplicar mostaza, jitomate, pasta de dientes u otros remedios que se pasan de boca en boca. Subrayó que una quemadura en un niño requiere manejo distinto al de un adulto, ya que los menores pueden perder la circulación en una extremidad por la inflamación. Un descuido mínimo, como una línea de fuego alrededor del brazo, puede causar un daño severo. 

El primer paso ante una quemadura indicó, es detener el avance del calor con agua fría. Puso como ejemplo los accidentes con aceite, donde la piel sigue quemándose aun después del contacto inicial. Sin embargo, advirtió que no toda quemadura debe tratarse igual: en el caso de agentes químicos, como la sosa cáustica, el agua puede activar la sustancia y empeorar la lesión. Por ello es indispensable conocer el tipo de accidente y acudir cuanto antes con personal capacitado. 

El director también alertó sobre el riesgo de intoxicaciones o quemaduras químicas. Durante las vacaciones, los menores suelen explorar su entorno y pueden confundir limpiadores cáusticos, muchas veces vendidos en envases de refresco y en colores llamativos, con bebidas. Recomendó almacenarlos en lugares altos, fuera de su vista y, de ser posible, bajo llave. 

Sobre la pirotecnia, recordó que los cohetes actuales contienen más pólvora que en décadas pasadas, lo que los vuelve más agresivos y capaces de provocar amputaciones, pérdida de la vista o quemaduras profundas. Además, señaló que el estruendo de estos artefactos afecta también a las mascotas, que suelen presentar estrés o irritabilidad. 

Otro riesgo frecuente en estas fechas son los atragantamientos, sobre todo con dulces duros durante posadas y convivios. Martínez Gurrión pidió a las madres y padres vigilar que los menores no corran ni jueguen mientras comen, y evitar alarmarlos de forma abrupta si tienen algo en la boca, ya que esto puede provocar que aspiren el dulce. Recomendó a las familias tomar cursos básicos de primeros auxilios, pues maniobras como la de Heimlich pueden salvar una vida sin necesidad de ser profesional de la salud. 

Añadió que los ahogamientos también ocurren por inmersión, ya sea en tinas o en pequeñas piscinas durante reuniones familiares. Recordó que los accidentes no tienen edad, pero los menores son los más vulnerables. 

Finalmente, invitó a la población a acudir a los servicios de salud ante cualquier incidente. Recordó que instituciones como el IMSS, el ISSSTE y el sistema de salud para quienes no cuentan con seguridad social atienden sin costo a quienes lo necesiten. Reiteró que no existe pretexto para evitar la atención médica y pidió a las familias actuar con responsabilidad, especialmente al permitir o evitar el uso de pirotecnia, ya que muchos artefactos ilegales concentran mayor pólvora y representan un riesgo considerable.