27 julio, 2025

Interés por creatina y otros suplementos debe ir acompañado de asesoría profesional, recomienda experta de la UASLP

La creatina monohidratada ha ganado popularidad entre deportistas y personas interesadas en mejorar su rendimiento físico y mental. Sin embargo, su uso debe ser guiado por especialistas, alertó la maestra en salud pública Ana Gabriela Palos Lucio, profesora investigadora de la Facultad de Enfermería y Nutrición (FEN) de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP).

La también experta en nutrición, explicó que la creatina es un compuesto nitrogenado formado por tres aminoácidos que el cuerpo humano produce de manera natural principalmente en el músculo, el páncreas y los riñones. De igual forma, se puede obtener a través de alimentos como la carne roja, el salmón o el atún.

“Es parte de un sistema de energía rápida, es decir, de esa energía que se necesita en cuestión de segundos. Por eso ha tenido tanto impacto en el ámbito deportivo, sobre todo en actividades de alta intensidad como el levantamiento de pesas, lanzamientos, atletismo de velocidad o entrenamientos explosivos en el gimnasio”, comentó.

Señaló que si bien su uso como suplemento puede tener beneficios en el rendimiento deportivo, es importante destacar que su impacto es limitado si no hay una buena alimentación de base. “Todos los suplementos representan menos del cinco por ciento del aporte total a una mejora física o de salud. Si no hay una buena base alimenticia, el suplemento por sí solo no va a hacer gran cosa”, apuntó.

Palos Lucio agregó que, aunque la creatina suele asociarse con deportistas, también puede ser consumida por otros grupos como adultos mayores e incluso niños de más de diez años de edad, siempre con supervisión profesional. Además, investigaciones recientes han comenzado a explorar sus efectos en la función cognitiva.

“Se han observado beneficios en tareas que requieren mucha concentración o desgaste mental. También se está estudiando su posible efecto en enfermedades como el Parkinson o el Alzheimer, aunque aún no hay resultados concluyentes. La evidencia científica sigue en desarrollo”, indicó la experta.

Respecto a la creciente oferta de suplementos alimenticios en el mercado, la investigadora universitaria hizo un llamado a no automedicarse ni a dejarse llevar por recomendaciones sin sustento.

“Es una industria muy fuerte, con mucho marketing. Muchas veces nos dejamos llevar por lo que nos dijo el amigo o lo que vimos en redes sociales, pero es fundamental que antes de tomar cualquier suplemento se consulte a un profesional de la salud. Hay que considerar los antecedentes de la persona, su alimentación, su actividad diaria, y sobre todo, que quien prescriba el suplemento tenga bases científicas claras”, advirtió.

En el caso de la proteína, Palos Lucio señaló que su suplementación también debe estar justificada. “No se trata de recomendar proteína a todos. Primero hay que valorar si la persona realmente no puede alcanzar los niveles requeridos a través de los alimentos. Si no se puede cubrir con pollo, carne o pescado, entonces se analiza si el suplemento es una opción viable”, sostuvo.

Finalmente, insistió en la necesidad de que las personas tomen decisiones informadas. “La mayoría de la información sobre suplementos circula de boca en boca, pero esa es precisamente la que menos respaldo científico tiene. Si se va a tomar algo, que sea con guía médica o nutricional. No todo lo que se encuentra en el supermercado o en redes es inocuo o adecuado para todos”, dijo.

Hugo Laussin