22 julio, 2025

Facultad de Enfermería y Nutrición promueve estrategias para reducir el consumo de azúcar en la infancia 

La maestra Mariana Navarro Tovar, coordinadora de la Licenciatura en Nutrición de la Facultad de Enfermería y Nutrición de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), señaló que, a pesar de las políticas escolares que promueven la alimentación saludable, el riesgo de una mala nutrición infantil sigue presente debido al fácil acceso a productos “chatarra”, con exceso de grasas y azúcares.  

Frente a este panorama, desde la carrera de Nutrición se han implementado acciones concretas para contribuir a la educación alimentaria desde el hogar. “Dentro del plan de estudios tenemos materias como Nutrición Materno-Infantil y Nutrición del Niño y Adolescente, que se imparten durante dos semestres seguidos. En ellas, los estudiantes preparan pláticas dirigidas al público general, sobre temas como lactancia materna o la alimentación en el primer año de vida”, explicó Navarro Tovar.  

Estas charlas se ofrecen regularmente y están abiertas a madres, padres y cuidadores. Además, se contempla su transmisión virtual para llegar a un mayor número de personas. También, agregó que escuelas de educación básica suelen solicitar apoyo, por lo que envían a estudiantes o personal capacitado para impartir pláticas a docentes, madres y padres de familia.  

Respecto al consumo de azúcar en la infancia, la maestra subrayó que no se trata de prohibir, sino de enseñar a regular. “Lo importante es que el hábito comience desde casa. No sirve que afuera se diga que no, si en el hogar hay dulces por todos lados. La clave está en ir reduciendo poco a poco el consumo, sin hacerlo de manera drástica”, indicó.  

Navarro Tovar recalcó que, desde el punto de vista biológico, el azúcar refinada no es necesario en la dieta, y aunque su sabor puede estar asociado con sensaciones de placer o confort, no debe usarse como herramienta para calmar o premiar. “Los niños tienen una gran capacidad de adaptación. Si se hace el cambio gradual, se pueden acostumbrar a una dieta con muy poca o nada de azúcar”, aseguró.  

Asimismo, no recomienda el consumo de edulcorantes en menores, debido a posibles daños a largo plazo. “Lo mejor es mantener una dieta con bajo contenido de azúcar, sin sustituirla por químicos”, advirtió.  

Finalmente, la coordinadora enfatizó la importancia de que toda la familia participe en los cambios alimentarios. “Es mucho más fácil que un niño adopte un nuevo hábito si lo ve reflejado en su entorno. Si solo se le pide a él que coma diferente, no va a funcionar. Debe ser un esfuerzo conjunto del núcleo familiar”, concluyó. 

Hugo Laussin